
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, puso en duda el 24 de mayo que el Vaticano sea una posible sede para futuras conversaciones de paz con Ucrania, afirmando que la sede católica no sería una plataforma apropiada para las negociaciones entre dos naciones cristianas ortodoxas, informó 'Reuters'.
Anteriormente, el Papa León XIV expresó su disposición a acoger la próxima ronda de conversaciones de paz en el Vaticano. Varios socios de Ucrania, incluido Estados Unidos, han sugerido que el Vaticano podría convertirse en una plataforma neutral para futuras negociaciones.
«Imaginen el Vaticano como sede de negociaciones», dijo Lavrov durante un discurso en la Academia Diplomática de Moscú. «Sería un tanto inelegante que los países ortodoxos utilizaran una plataforma católica para debatir cómo eliminar las causas profundas [de la guerra]».
Lavrov añadió que creía que «no sería muy cómodo para el propio Vaticano acoger delegaciones de dos países ortodoxos en estas circunstancias».
Delegaciones ucraniana y rusa se reunieron en Estambul para mantener conversaciones de paz el 16 de mayo, sin lograr un acuerdo de alto el fuego. Durante la reunión, Moscú exigió a Kiev que se retirara de cuatro regiones ucranianas que afirma haberse anexionado, a pesar de no tener control total sobre ellas.
Los funcionarios ucranianos dijeron que la delegación rusa parecía carecer de autoridad real y no estaba preparada para negociar términos sustanciales.
Uno de los resultados de las conversaciones fue un intercambio de prisioneros a gran escala, con el regreso de 1,000 prisioneros de cada lado a partir del 23 de mayo. Ucrania también había propuesto un alto el fuego inmediato y una posible reunión cara a cara entre el presidente Volodymir Zelensky y el presidente ruso Vladímir Putin, una oferta que Moscú rechazó.
Zelensky se reunió con el papa León XIV en el Vaticano el 18 de mayo, tras la misa de investidura del pontífice. El líder ucraniano describió al papa como "un símbolo de esperanza de paz" y afirmó que la Santa Sede podría desempeñar un papel importante en el fin de la guerra. Ambos abordaron el regreso de los niños deportados por Rusia y otras cuestiones humanitarias.
Zelensky le regaló al Papa León un ícono pintado sobre restos de artillería del frente, un regalo destinado a representar a los niños ucranianos afectados por la guerra.
Antes de convertirse en Papa, León XIV denunció la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia mientras ejercía como obispo de Chiclayo, Perú. En una entrevista de 2022, la describió como «una verdadera invasión, de carácter imperialista, donde Rusia busca conquistar territorio por razones de poder».
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