El ultraderechista Víktor Orbán promete eliminar de Hungría a sus rivales y críticos


El primer ministro húngaro, el ultraderechista Víktor Orbán, en ofensiva antes de las elecciones legislativas de la primavera de 2026, prometió el sábado (15.03.2025) eliminar a rivales políticos, jueces, medios de comunicación y ONGs, a quienes calificó de "chinches" alimentadas con fondos extranjeros "corruptos".

«Después de nuestra gran concentración vendrá la gran limpieza de Pascua, porque las chinches sobrevivieron al invierno», lanzó ante una multitud de seguidores reunidos frente al museo nacional en Budapest con motivo de la fiesta nacional.
El ultranacionalista expresó su deseo de «desmantelar la máquina financiera que, gracias a dólares corruptos, compra políticos, jueces, periodistas y falsas organizaciones civiles».
«Liquidaremos a este ejército de la sombra, los protegidos de Bruselas que trabajan contra su patria», añadió.

El acceso al evento había sido prohibido para la mayoría de los medios de comunicación.
A raíz de la congelación de la ayuda humanitaria estadounidense Orbán anunció el mes pasado su intención de "borrar del mapa" las redes internacionales activas en el país.
El gobierno planea modificar la Constitución para poder despojar temporalmente de su nacionalidad a los binacionales que "amenacen" la seguridad nacional. Con la posible mira puesta en el multimillonario George Soros, de 94 años, nacido en Budapest y naturalizado estadounidense, enemigo por excelencia del poder húngaro.

Al frente de Hungría desde 2010 Orbán ha ido sometiendo gradualmente a los contrapesos constitucionales, reivindicando el ejercicio de una "democracia illiberal".
Orbán también arremetió una vez más contra la Unión Europea (UE), al manifestar que el "imperio de Bruselas" abusa de su poder y afirmó que las fuerzas ultraderechistas y conservadoras (a las que está afiliado) en el mundo son cada vez más fuertes.

«El imperio de Bruselas abusa de su poder», dijo el primer ministro que no osbtante afirmó que no dará la espalda a la UE sino "ocuparla y cambiarla".
Durante todo el discurso se oyó el abucheo de sus críticos y opositores que se instalaron en una plaza cercana.

«Llegará el tiempo cuando reclamemos nuestros derechos que [Bruselas] nos ha quitado», afirmó Orbán que siempre acusa a la UE de limitar las competencias nacionales.

El discurso del primer ministro generó consternación y críticas en el país.
«Víktor Orbán ha utilizado hoy una descarada retórica nazi para deshumanizar a los miembros de la sociedad húngara que tienen opiniones diferentes a las de él», dijo la diputada del partido verde y liberal Párbeszéd (centro-izquierda), Tímea Szabó.
La prensa independiente también criticó el discurso de Orbán y destacó que fue la primera vez que el político ultranacionalista, conocido como muy polémico, ha deshumanizado a sus adversarios.

El analista Bálint Ruff aseguró en el portal independiente Partizán que el discurso de Orbán recuerda a «las peores tradiciones históricas» de Hungría.
«Es vergonzoso que esto pueda salir de la boca de una persona en 2025», dijo Ruff al recordar que los regímenes pronazis de Hungría también tachaban de "chinches" a sus adversarios.

En medio de la polémica, el líder opositor de centro-derecha, Péter Magyar, criticó duramente al régimen de Orbán, al que acusó de corrupto, y prometió normalizar las relaciones de Hungría con la UE en caso de ganar el año que viene las elecciones generales.
«Hungría merece algo mejor, Hungría quiere vivir de nuevo. Llegó la primavera y terminaremos junto el invierno de Orbán», dijo el líder del partido Tisza en un discurso ante decenas de miles de personas en el centro de Budapest.

Según las últimas encuestas, el partido de Magyar cuenta con una intención de voto del 46%, frente al 37% del Fidesz, el partido fascista liderado por Orbán, quien gobierna Hungría desde 2010 con una mayoría de dos tercios en el Parlamento.

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