Actualmente se está negociando un acuerdo minero entre la República Democrática del Congo y Estados Unidos. No se trata todavía de un contrato firmado, sino de un marco en discusión, destinado a atraer más inversiones estadounidenses al sector minero congoleño. Según la administración Trump, este proyecto forma parte de su estrategia económica para el continente africano. Pero ¿cómo se percibe concretamente esta iniciativa desde el punto de vista estadounidense?
El objetivo de este acuerdo entre la RDC y Estados Unidos es permitir a las empresas estadounidenses invertir en la minería congoleña, pero también en las infraestructuras necesarias, como carreteras, ferrocarriles, presas y energía.
El gobierno estadounidense no gestiona directamente las minas, pero facilita la inversión a través de instituciones como la 'DFC' o el 'EXIM Bank'. Estados Unidos insiste en una asociación "win-win", respetuosa de las leyes locales e internacionales, particularmente en materia de medio ambiente, trabajo y lucha contra la corrupción.
Pero este proyecto se inscribe en un contexto particular. China es hoy el principal socio comercial de la República Democrática del Congo. Representa más de la mitad de las exportaciones congoleñas y casi la mitad de las importaciones. Domina en gran medida el sector minero .
En las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, las empresas chinas también son acusadas regularmente de explotar ilegalmente oro y otros minerales, a menudo en conexión con redes de contrabando. Queda por ver cómo pretende Estados Unidos insertarse en este complejo panorama, sobre todo en zonas inestables. En este punto, Washington se mantiene discreto.
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