El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó haber logrado avances sustanciales en las negociaciones comerciales con China, tras una reunión celebrada en Suiza con altos funcionarios del país asiático.
Por medio de su plataforma 'Truth Social', Trump calificó el encuentro como "excelente", donde trataron diversos asuntos en un ambiente cordial y productivo.
Según el mandatario, ambas delegaciones trabajaron en un "ajuste integral" de la relación bilateral, orientado a fortalecer los vínculos comerciales mediante soluciones amistosas, pero firmes.
Además, expresó su interés en que Pekín permita un mayor acceso a su mercado para las empresas estadounidenses, paso beneficioso para las dos economías.
El diálogo, el primero desde la imposición de amplios aranceles por parte de Washington, tuvo lugar el fin de semana en una ciudad suiza cercana al lago Lemán, aunque el lugar exacto no fue revelado por motivos de seguridad y confidencialidad.
Por parte de Estados Unidos asistieron el secretario del Tesoro, Scott Budisch, y el representante comercial, Jamieson Greer.
La delegación china fue encabezada por el viceprimer ministro He Lifeng, quien también abordó la necesidad de respeto mutuo y reciprocidad en los intercambios económicos.
China reitera rechazo a uso político de aranceles
Previo a la reunión, el portavoz de la embajada china en Washington confirmó el interés de Estados Unidos en retomar el diálogo, al enviar información por distintos canales diplomáticos.
Al mismo tiempo, Pekín ratificó su postura contraria al uso político de medidas arancelarias y subrayó la necesidad de reglas claras y estables.
Las partes manifestaron su disposición a mantener la comunicación abierta, sin descartar nuevos encuentros para avanzar en la resolución de diferencias estructurales, las cuales afectan el equilibrio del comercio global.
Desde la anterior presidencia de Trump, las tensiones comerciales entre EE. UU. y China aumentaron con la imposición de tarifas y restricciones tecnológicas.
El relanzamiento del diálogo bilateral podría marcar un giro estratégico en la competencia entre ambas potencias, las cuales buscan mantener influencia global sin renunciar a sus intereses económicos nacionales.
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