La economía de Rusia está experimentando una fuerte desaceleración del crecimiento, según un informe publicado por la agencia gubernamental de estadísticas 'Rosstat' el 16 de mayo.
El producto interno bruto (PIB) solo creció un 1.4% en el primer trimestre de 2025, una disminución notable respecto del crecimiento del 4.5% en el trimestre anterior y del 5.4% en el mismo período del año pasado, informó el 'The Moscow Times', citando datos de 'Rosstat'.
Los últimos datos de 'Rosstat' no cumplieron con las expectativas: el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia estimó un crecimiento del PIB del 1.7% y los analistas de 'Bloomberg' predijeron un crecimiento del 1.8%.
Según Egor Susin, un ejecutivo de 'Gazprombank' (el tercer banco más grande de Rusia, actualmente bajo sanciones ), los datos de 'Rosstat' muestran una «fuerte desaceleración de la economía».
En comparación con el trimestre pasado, la economía ya se ha contraído un 0.4%, la primera caída de este tipo desde 2022, según 'Raiffeisenbank'.
Otros analistas señalan las políticas del Banco Central, las sanciones, las dificultades de suministro y la alta inflación como razones del declive de la economía.
Además, «la situación se complica por los bajos precios del petróleo», señalan los analistas de 'Raiffeisenbank', ya que los ingresos por petróleo y gas cayeron un 10% de enero a abril.
Un informe reciente del Instituto de Economía de Transición de Estocolmo (SITE) también reveló que, a pesar de las narrativas del Kremlin, la economía de Rusia está bajo una presión cada vez mayor debido a su guerra en Ucrania y las sanciones occidentales.
Mientras Moscú y Kiev negocian posibles acuerdos de paz, la economía rusa podría sufrir otra conmoción si se reduce el gasto militar. Por el contrario, si las conversaciones de paz fracasan, Europa y Estados Unidos podrían imponer sanciones adicionales a Rusia, lo que aumentaría la presión sobre su economía.
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