La Comisión de la ONU afirma que los ataques con drones rusos contra Jersón constituyen crímenes contra la humanidad

Las fuerzas armadas rusas han cometido crímenes contra la humanidad al atacar deliberadamente a civiles con drones en la región de Jersón, en Ucrania, según un nuevo informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre Ucrania.

La comisión concluyó que los ataques con drones, que comenzaron en julio de 2024, fueron generalizados, sistemáticos y formaron parte de una política estatal coordinada para aterrorizar a la población y despoblar forzosamente la zona. Las conclusiones se basaron en más de 300 vídeos, más de 600 publicaciones en 'Telegram' y 91 entrevistas con víctimas, testigos y funcionarios locales.

«Desde julio de 2024, las fuerzas rusas han matado y herido repetidamente a civiles en una zona que se extiende a lo largo de más de 100 kilómetros de la margen derecha del río Dniéper en la provincia de Jersón», afirma la comisión en un informe publicado el 28 de mayo.

Casi 150 civiles han muerto y cientos más han resultado heridos en ataques con drones contra la ciudad de Jersón y 16 localidades aledañas. Entre las víctimas se encuentran hombres, mujeres y niños, muchos de los cuales fueron alcanzados mientras realizaban sus actividades cotidianas. Ambulancias, protegidas por el derecho internacional, también han sido atacadas, lo que ha provocado más víctimas.

Los operadores de drones utilizaban transmisiones de video en tiempo real para rastrear y atacar a civiles y vehículos civiles. «Simplemente persiguen y cazan a civiles que van al trabajo o pasean a sus perros. Lanzan explosivos desde drones como si fuera un videojuego», declaró un alto funcionario del hospital de Jersón. Los ataques solían ir seguidos de publicaciones en Telegram que mostraban los asesinatos y amenazaban con más violencia. Un mensaje advertía: «Salgan de la ciudad antes de que caiga la hojarasca, ustedes que están destinados a morir».

El informe señala que estos ataques violan los principios fundamentales del derecho internacional humanitario, que prohíben atacar a civiles. La comisión concluyó que las fuerzas rusas cometieron el crimen de guerra de atacar intencionalmente a civiles y el crimen de guerra de ultrajes a la dignidad personal al compartir videos de los ataques en línea. La amenaza constante ha dejado a los residentes atemorizados, a menudo aventurándose a salir solo bajo la nubosidad o cerca de árboles para protegerse.

«Los recurrentes ataques con drones, los videos ampliamente difundidos que los muestran y las numerosas publicaciones que exhortan explícitamente a la población a abandonar el lugar sugieren una política estatal coordinada, por parte de las autoridades rusas, para obligar a la población de la provincia de Jersón a abandonar la zona», señala el informe.