
Ucrania hizo estallar un tren de carga ruso cerca de Melitópol, en la región de Zaporozhie, la noche del 31 de mayo.
Según reportó la inteligencia militar ucraniana, la explosión destruyó la vía férrea en la zona de Akimovka y provocó el descarrilamiento de vagones con tanques de combustible en dirección a Crimea.
El sabotaje fue reivindicado como parte de las operaciones especiales de Kiev contra infraestructuras militares rusas.
Casi al mismo tiempo, dos puentes ferroviarios colapsaron en las provincias rusas de Briansk y Kursk, provocaron graves accidentes y dejaron al menos siete muertos y más de 70 heridos, incluidos varios niños.
En la provincia de Briansk, a las 22h50m del sábado, un puente vial colapsó sobre una vía férrea justo cuando pasaba un tren con 388 pasajeros.
Los escombros impactaron de manera sobre varios vagones, causando el descarrilamiento del convoy y múltiples víctimas.
El gobernador Alexánder Bogomaz confirmó la voladura deliberda de la estructura.
Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, el número de víctimas podría aumentar, ya que los rescatistas aun trabajan en los restos del puente derribado.
Horas más tarde, hacia las 03h00m (horal local) de la madrugada del 1 de junio, hubo otro incidente en la provincia rusa de Kursk, donde un tren de carga cayó sobre una carretera tras el derrumbe de un puente ferroviario en el distrito de Zheleznogorsk.
Conforme al gobernador interino Alexánder Jinshtein, el maquinista y dos ayudantes resultaron heridos, y el resto del equipo fue trasladado al hospital bajo supervisión médica.
Ambos hechos son investigados por el Comité de Investigación de Rusia, el cual abrió causas penales por los dos atentados.
La vocera del Comité, Svetlana Petrenko, confirmó el análisis de las evidencias en los tres sitios para esclarecer las circunstancias y determinar la autoría de los actos.
De acuerdo con la Dirección Principal de Inteligencia del régimen de Kiev, el ataque en Melitópol forma parte de un esfuerzo dirigido contra líneas logísticas rusas en Crimea.
En ese caso no hubo reportes de víctimas, pero el impacto estratégico fue calificado como relevante, al interrumpir el paso de combustible militar.
Los tres incidentes —en Zaporozhie, Briansk y Kursk— ocurrieron en un margen de pocas horas, lo cual sugiere un patrón coordinado o un momento de máxima vulnerabilidad en las infraestructuras ferroviarias rusas.
Desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, Ucrania realizó operaciones especiales para dañar rutas de abastecimiento utilizadas por Rusia en regiones ocupadas o estratégicas.
Mientras Moscú acusa a Kiev de sabotaje y terrorismo ferroviario, Ucrania sostiene los ataques a infraestructuras logísticas militares.
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