
Los gobiernos de América Latina expresaron su enérgica condena por los ataques militares ejecutados por Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares iraníes, calificando estas acciones como una peligrosa escalada que viola gravemente la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció los bombardeos como una agresión que «arrastra a la humanidad a una crisis de irreversibles consecuencias». La posición cubana, respaldada por el canciller Bruno Rodríguez, caracterizó el ataque como un «acto criminal e irresponsable» que vulnera el régimen internacional de seguridad nuclear.
Las agresiones estadounidenses impactaron las instalaciones de Fordow, Natanz e Isfahán, confirmados por el propio presidente Donald Trump. Estas acciones han generado una ola de preocupación en la comunidad internacional, particularmente en América Latina, donde los gobiernos coinciden en rechazar el uso unilateral de la fuerza.
La Cancillería colombiana manifestó su «profunda preocupación por el aumento de tensiones entre Estados Unidos e Irán», exigiendo a todas las partes involucradas retomar urgentemente el camino de la negociación como única salida responsable y duradera.
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores subrayó que Colombia «rechaza el uso unilateral de la fuerza, especialmente cuando contraviene los principios fundamentales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y pone en riesgo la paz y la estabilidad internacionales».
El presidente Gustavo Petro había expresado previamente que el Gobierno de Trump no debía participar en la guerra con Irán ni en el genocidio sobre Gaza, sino impedirlos.
El mandatario chileno Gabriel Boric fue categórico al señalar que «atacar centrales nucleares está prohibido por el derecho internacional», condenando directamente el ataque estadounidense.
«Defenderemos el respeto al derecho internacional humanitario en todas las instancias. Tener poder no autoriza a utilizarlo vulnerando las reglas que como humanidad nos hemos dado. Aunque seas Estados Unidos», escribió Boric.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana emitió un llamado urgente al diálogo diplomático, enfatizando que «la restauración de la convivencia pacífica entre los Estados de la región es la mayor prioridad».
El comunicado, encabezado por el canciller Juan Ramón de la Fuente, instó a las partes involucradas en el conflicto de Medio Oriente a privilegiar las vías diplomáticas sobre las acciones militares unilaterales.
La agresión estadounidense vulnera las normas y salvaguardias establecidas por la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), organismo encargado de supervisar el uso pacífico de la energía nuclear a nivel mundial.
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