El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo el 1 de agosto que Moscú ha comenzado la producción de su último misil hipersónico, llamado 'Oreshnik', y confirmó los planes para desplegar el arma en Bielorrusia a finales de este año.
Putin hizo el anuncio durante una entrevista con los medios de comunicación controlados por el Estado ruso mientras se reunía con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en el Monasterio Ortodoxo de Valaam, cerca de San Petersburgo.
Bielorrusia, un estrecho aliado del Kremlin, comparte fronteras con Ucrania y Rusia y ha servido como plataforma clave para Moscú durante su invasión a gran escala de Ucrania. Las tropas rusas han lanzado ataques contra Ucrania desde territorio bielorruso, y ambos países realizan frecuentemente ejercicios militares conjuntos.
Según Putin, las fuerzas militares rusas y bielorrusas ya han seleccionado sitios de lanzamiento en Bielorrusia para el sistema de misiles 'Oreshnik'.
«El trabajo preparatorio está en curso y lo más probable es que terminemos antes de fin de año», dijo Putin, añadiendo que el primer lote de misiles 'Oreshnik' y sistemas relacionados ya se ha producido y ha entrado en servicio militar.
Rusia lanzó por primera vez el misil experimental 'Oreshnik' durante un ataque a la ciudad ucraniana de Dnipro el 21 de noviembre. Putin afirmó que el ataque fue en represalia por el uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance estadounidenses y británicos contra territorio ruso.
Se han hecho públicos pocos detalles sobre el misil. Sin embargo, los analistas de defensa creen que 'Oreshnik' probablemente sea una versión mejorada del misil ruso RS-26, también conocido como 'Rubezh', que se fabricó por primera vez en 2011.
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