De acuerdo con la Oficina de Medios del Gobierno en Gaza, la ocupación israelí ha permitido el ingreso a la Franja de Gaza de solo 201 camiones de ayuda humanitaria entre lunes y martes, de los 1,200 previstos (solo el 17 por ciento) para cubrir las necesidades de su población.
Desde el Gobierno del enclave también informaron que, en los últimos 17 días, ingresaron apenas 1,535 transportes de carga de un total esperado de 10,200, lo que representa solo el 15 por ciento de la demanda real.
La Franja necesita más de 600 camiones diarios para atender las necesidades mínimas de sus 2.4 millones de habitantes, según la ONU, en un contexto de colapso casi total de la infraestructura debido a la masacre en curso.
El bloqueo terrestre, marítimo y aéreo impuesto por Israel ha dejado a la población de Gaza sin acceso estable a agua potable, electricidad, atención médica y suministros básicos.
Organizaciones internacionales y de las Naciones Unidas, incluyendo el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), documentaron en informes oficiales que los niveles de hambre y malnutrición en Gaza alcanzaron etapas avanzadas, calificadas de hambruna.
De hecho, cinco palestinos murieron en Gaza por hambre y desnutrición en solo 24 horas, y se reporta un aumento en el número de muertes por hambruna, llegando a 168 fallecimientos por esta causa hasta la fecha.
Incluso pacientes con enfermedades crónicas han fallecido por la falta de alimentos y medicamentos, siendo su muerte una consecuencia directa de la política de bloqueo israelí.
Las acusaciones contra Israel van más allá de impedir el paso de suministros; incluyen el cierre de cruces fronterizos y la obstaculización de la labor de las organizaciones humanitarias.
Desde el inicio del genocidio, se han destruido granjas, almacenes y panaderías, y la producción agrícola ha disminuido drásticamente.
La ocupación ha bombardeado deliberadamente 44 tiendas de alimentos y 57 centros de distribución de alimentos, además de abrir fuego contra las filas de personas hambrientas en los puntos de "ayuda", convirtiéndolos en trampas mortales.
Ante esta crisis humanitaria sin precedentes, la Oficina de Medios del Gobierno en Gaza instó a la ONU, a los países árabes e islámicos y a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para garantizar el ingreso de alimentos, fórmula infantil y medicamentos esenciales, y responsabilizar a la ocupación por sus crímenes contra los civiles.
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