En su Día de la Independencia, Ucrania lanzó el domingo 24 de agosto una serie de ataques con drones en territorio ruso, provocando incendios en una planta de energía nuclear y una terminal petrolera, mientras se aleja la perspectiva de una reunión entre Vladímir Putin y Volodymir Zelensky.
Las autoridades locales rusas anunciaron durante la noche que habían interceptado drones ucranianos en regiones a veces alejadas del frente, como San Petersburgo (noroeste) o en el Volga.
Derribado poco después de la medianoche por las defensas aéreas rusas, uno de estos dispositivos explotó y dañó un transformador auxiliar en los terrenos de la central nuclear ubicada en la región fronteriza rusa de Kursk , según anunció su operador en su cuenta de 'Telegram'. «El incendio ha sido extinguido», añadió, especificando que no hubo víctimas, pero que se redujo el funcionamiento de un reactor. «El nivel de radiación en el polígono industrial de la central nuclear de Kursk y sus alrededores no ha cambiado y se mantiene dentro de los niveles normales», según la misma fuente.
Desde el inicio de los combates, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha advertido del riesgo de catástrofe, en particular en la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, ocupada por Rusia desde marzo de 2022. En agosto de 2024, Vladímir Putin acusó a Kiev de planear un ataque contra la central, ubicada en la región de Kursk, que entonces se encontraba bajo la ofensiva ucraniana. Las fuerzas rusas la recuperaron en primavera.
En la costa báltica, la interceptación de 10 drones en el puerto de Ust-Luga, cerca de San Petersburgo, provocó un incendio en una terminal petrolera propiedad del grupo ruso Novatek, según anunció el gobernador regional, Alexander Drozdenko, en 'Telegram'. «Los bomberos y el Ministerio de Situaciones de Emergencia están trabajando para extinguirlo», añadió.
En las últimas semanas, a medida que las negociaciones para poner fin al conflicto se han acelerado bajo la presión de Donald Trump, Ucrania ha lanzado decenas de drones contra territorio ruso. Su objetivo principal son las refinerías y depósitos de petróleo rusos para obstaculizar su capacidad de financiar la ofensiva.
Se ha atribuido a los ataques el alza de los precios del combustible en Rusia, que han alcanzado máximos históricos a pesar de la suspensión de las exportaciones de gasolina por parte del gobierno. El Ministerio de Energía ruso atribuyó los altos precios a la alta demanda estacional y al trabajo agrícola , sin mencionar los ataques ucranianos.
El viernes, el primer ministro húngaro, el fascista Víktor Orbán, anunció que había pedido ayuda a Donald Trump para lidiar con sus dificultades para obtener suministros de petróleo ruso a través del oleoducto Druzhba, que según él estaba siendo bombardeado por Kiev.
Los nuevos ataques ucranianos se producen mientras Ucrania, exrepública soviética, celebra el domingo su 34.º aniversario de independencia. «Así reacciona Ucrania cuando se ignoran sus llamamientos a la paz», declaró el presidente Volodymir Zelensky, mientras se alejaba la perspectiva de una reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin. «El pueblo ucraniano nunca se rendirá ni renunciará a su independencia», insistió el jefe del Ejército Oleksandr Syrsky, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Andri Sybiga, calificó la independencia de Ucrania como "una piedra angular de la seguridad europea".
El enviado de Estados Unidos a Ucrania, Keith Kellogg , asiste a la ceremonia del Día de la Independencia este domingo en Kiev, al igual que el primer ministro canadiense, Mark Carney.
Mientras Ucrania sufre bombardeos diarios, una mujer de 47 años murió este domingo por la mañana en un ataque con un dron ruso en la región de Dnipropetrovsk (este), según el gobernador regional.
En el frente, el ejército ruso ha incrementado sus avances territoriales en los últimos meses frente a unas fuerzas ucranianas más pequeñas y menos equipadas. El sábado, se adjudicó la captura de dos aldeas en la región de Donetsk, al este de Ucrania, avanzando notablemente hacia la ciudad de Kostyantynivka, un importante bastión en la carretera a Kramatorsk, que es a su vez un importante centro logístico ucraniano.
Mientras Moscú y Kiev se acusan mutuamente de bloquear la organización de una posible reunión con su homólogo ruso, Donald Trump anunció el viernes que se daba "dos semanas" para definir su postura sobre este conflicto. Mientras tanto, el 'The Wall Street Journal' reveló el sábado que el Pentágono había impedido "silenciosamente" que Ucrania disparara misiles de largo alcance contra Rusia, rechazando "al menos una vez" la solicitud de Kiev de utilizar munición estadounidense.
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