El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, ocupa el primer lugar en las intenciones de voto de todos los escenarios estimulados por la encuestadora 'Genial/Quaest', que realizó un sondeo con vistas a las elecciones generales en el gigante sudamericano, en octubre de 2026.
La encuesta, aplicada entre el 2 y 5 de octubre a más de dos mil personas, reveló que Lula da Silva se impondría holgadamente en una segunda vuelta frente a todos sus principales contendientes.
El actual mandatario derrotaría a oponentes como el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas; la ex primera dama Michelle Bolsonaro y el expresidente Jair Bolsonaro, recientemente condenado a 27 años de prisión por encabezar el intento de golpe de estado de enero de 2023.
Los datos otorgan a Lula Da Silva una ventaja de 12 por ciento por encima de De Freitas y Michelle Bolsonaro; y de nueve puntos sobre el político Ciro Gomes, quien ha sido ministro de varias carteras y ex-candidato presidencia.
La superioridad sobre Jair Bolsonaro alcanza los 10 peldaños. Aunque en este caso, el Tribunal Superior Electoral determinó la inhabilitación política de Jair Bolsonaro hasta 2030, por haber cometido abuso de poder político y uso indebido de medios de comunicación.
El informe de 'Genial/Quaest' evidencia además el rechazo popular hacia el diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, quien figura como el candidato presidencial más rechazado entre los encuestados.
La tendencia de victoria de Lula se mantiene estable respecto a los resultados en el estudio anterior, del mes de septiembre de 2025.
En tanto, la aprobación del Gobierno experimentó una notable mejoría, alcanzando el 50%, según la encuesta 'Pulso Brasil/Ipespe', divulgada a finales de septiembre.
Este aumento de siete puntos porcentuales revierte tendencias negativas observadas meses atrás y consolida el respaldo del líder progresista en segmentos clave de la población.
La base más fiel de Lula sigue siendo el electorado de izquierda, donde el respaldo a su gestión se disparó hasta el 95%. Si bien el dato más relevante, es que el exdirigente obrero logró superar la desaprobación entre los votantes del centro político, demostrando una recuperación de la confianza ciudadana.
El buen desempeño electoral y la creciente popularidad del presidente Lula se ven directamente impulsados por su postura frente a Estados Unidos y la protección a la economía del país ante los aranceles de Trump; la defensa de la autodeterminación nacional, y los pronunciamientos en el ámbito de la política exterior que han consolidado el rol de Brasil como actor regional y global.
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