
India ha cortado el suministro de agua a Pakistán a través de la presa de Baglihar en el río Chenab y se está preparando para hacer lo mismo en la presa de Kishanganga en el río Jhelum, informa 'Hindustan Times'. Estas presas, ubicadas en Jammu y el norte de Cachemira, permiten a Nueva Delhi controlar el flujo de agua en la cuenca del río Indo. Los sectores agrícola y energético de Pakistán dependen de la estabilidad de estos suministros.
Anteriormente, Nueva Delhi suspendió el acuerdo con Islamabad sobre el uso de las aguas del Indo por primera vez en 65 años. Esto ocurrió debido al ataque terrorista en Cachemira, donde 25 ciudadanos indios y un nepalí fueron asesinados a tiros el 22 de abril. La mayoría de las víctimas eran turistas. Pakistán ha rechazado las acusaciones de participación en la masacre y ha pedido una investigación independiente. También subrayaron que considerarían la interrupción del flujo de agua del Indo como un "acto de guerra".
India comenzó el sábado los trabajos de desazolve en la presa de Baglihar y cerró las compuertas, reduciendo el flujo de agua a Pakistán en un 90%. Se planean medidas similares para la presa de Kishanganga, en el noroeste del Himalaya, dijo un funcionario de la Corporación Nacional Hidroeléctrica. La decisión de la India se produjo horas después de que Pakistán probara el sábado un misil balístico tierra-tierra Abdali de 450 kilómetros de alcance.
El uso de ambas presas ha sido durante mucho tiempo un tema de disputa entre India y Pakistán. Islamabad incluso recurrió al Banco Mundial para un arbitraje por la explotación de Baglihar. En cuanto a la presa de Kishanganga, se ha convertido en objeto de disputas legales y diplomáticas por su impacto en el río Neelum en territorio paquistaní, señaló 'The Economic Times'.
El Neelum es un afluente del río Jhelum, que fluye por India y Pakistán. Este último, a su vez, desemboca en el Chenab. Chenab es un afluente derecho del río Sutlej, el mayor afluente del Indo.
A raíz del ataque, del que se atribuyó la responsabilidad el grupo Resistencia de Cachemira, vinculado a Lashkar-e-Taiba, que calificó a las víctimas de "agentes", India no sólo cortó el suministro de agua a Pakistán, sino que también cerró sus cielos y fronteras terrestres y prohibió la importación y el tránsito de mercancías procedentes de ese país. Además se restringieron los envíos. Así, la India prohibió a los barcos que enarbolaban bandera paquistaní entrar en sus puertos, y a sus propios barcos entrar en puertos paquistaníes. A su vez, Islamabad degradó las relaciones diplomáticas con Nueva Delhi y suspendió el comercio bilateral. Los soldados indios y paquistaníes han intercambiado disparos repetidamente a través de la línea de demarcación. Ambos países poseen armas nucleares.
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