El Gobierno republicano de Donald Trump trabaja en un plan para "reubicar" a hasta 1 millón de personas palestinas que viven en la Franja de Gaza a Libia, según dijeron cinco personas al tanto de las discusiones a 'NBC News'.
El plan está siendo considerado tan seriamente como para que el Gobierno estadounidense ya lo haya planteado al liderazgo de Libia, de acuerdo con dos personas que conocen los planes y un exfuncionario estadounidense.
A cambio de que Libia acceda a recibir a la gente palestina que enviaría Estados Unidos, el Gobierno de Trump potencialmente liberará miles de millones de dólares en fondos del Gobierno libio que han estado congelados por autoridades estadounidenses desde hace más de una década, de acuerdo con las fuentes.
Éstas agregaron que todavía no hay un acuerdo final y que a Israel no se le ha informado que se están teniendo estas discusiones.
No queda claro de las discusiones reportadas cuántos palestinos en Gaza siquiera estarían de acuerdo en dejar Gaza de manera "voluntaria". Una de las ideas discutidas por los funcionarios, según un oficial, es que se le provean incentivos financieros a la gente palestina si acceden a irse a Libia, como darles un estipendio.
El plan sería parte de la visión que tiene Trump para Gaza post-conflicto, después de que dijo en febrero que quiere que Estados Unidos "controle" la Franja y reconstruirla para volverla "la Ribera del Medio Oriente". Para ello dijo que sería necesario reubicar a la gente palestina que vive en Gaza.
El Departamento de Estado y el Consejo Nacional de Seguridad no respondieron a repetidos intentos para solicitar confirmación o comentarios sobre lo que dijeron los funcionarios citados. Sin embargo, ya que se había publicado por primera ocasión el artículo, un portavoz dijo que los "reportes no son ciertos".
Basem Naim, funcionario de Hamás, dijo que ese grupo que está políticamente a cargo de Gaza, no estaba al tanto de discusiones sobre mover a palestinos a Libia.
«Los palestinos están muy arraigados a su tierra, muy comprometidos con su madre patria y listos para pelear como se requiera y sacrificar todo para defender esa tierra, patria, a sus familias y el futuro de sus niños», dijo Naim. «Los palestinos son los únicos que pueden decidir qué sucede con los palestinos, incluyendo los de Gaza».
Personas del régimen de Israel rechazaron pronunciarse cuando se les buscó para hacer comentarios sobre los reportes.
Libia es un país plagado por la instabilidad, con varias facciones políticas en conflicto desde que se desató una guerra civil hace casi 14 años después de que fue derrocado el presidente Moammar Gadhafi.
Libia apenas puede cuidar a su población actual dado que hay dos Gobiernos paralelos, uno en la zona occidental encabezado por Abdul Hamid Dbeibah y uno en el oriente del país liderado por Khalifa Haftar, que se disputan el control. El Departamento de Estado tiene una advertencia contra que los estadounidenses no viajen a Libia porque hay «delito, terrorismo, minas terrestres, disturbios civiles, secuestros y conflicto armado».
No hay claros detalles de cómo o cuándo sería posible reubicar a gente palestina a Libia, y un esfuerzo de esa magnitud implicaría importantes obstáculos, como el altísimo costo.
Por ejemplo, se necesitarían 1,173 vuelos completamente llenos en el avión de pasajeros más grande del mundo, un 'Airbus A380', para transportar a 1 millón de personas. Pero Gaza no tiene aeropuerto por lo que trasladar a suficiente gente para los vuelos primero requeriría encontrar un aeropuerto en la región. Si Israel no quiere dejar a la gente palestina pasar por su territorio, el aeropuerto más cercano sería el de Cairo, Egipto, a unas 200 millas.
En las últimas semanas, el Gobierno de Trump también ha contemplado que Libia sea un lugar donde pueden enviar a personas migrantes a las que quiere deportar de Estados Unidos, aunque esos planes fueron bloqueados por un juez federal.
El plan de Trump representa una limpieza étnica e invasión total de Gaza, algo que ya ha planteado en muchas ocasiones el régimen de Israel como parte de su política genocida contra la población palestina.
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