Estados Unidos: El Senado ya investiga la corrupción de Donald Trump

Published from Blogger Prime Android App

Este lunes por la noche, el 'Trump National Golf Club' se transformó en el epicentro de la corrupción mundial y de una controvertida subasta de influencia política. Donald Trump, a través de su nueva criptomoneda memecoin '$TRUMP', invitó a cenar a los 220 mayores poseedores de sus tokens. De ellos, los 25 principales inversores han adquirido un privilegio extra: una recepción privada y un recorrido VIP junto al propio presidente. Uno de los lemas oficiales del evento no deja lugar a dudas sobre sus intenciones: «Consigue un pedazo de Trump».

La iniciativa forma parte de la estrategia de Trump para capitalizar su posición política, pero ha desatado una oleada de críticas al considerar que utiliza la jefatura del Ejecutivo como plataforma de enriquecimiento personal y venta de acceso a la Casa Blanca.
El proyecto memecoin '$TRUMP' fue lanzado pocos días antes de la segunda investidura de Trump, y en su fase inicial logró recaudar cerca de 100 millones de dólares para el equipo, la familia y los socios del presidente. Pese a carecer de respaldo regulatorio sólido (pues no está listada en plataformas de criptomonedas autorizadas en Estados Unidos) la moneda ganó relevancia al prometer "exclusividad" y la promesa implícita de un trato privilegiado con el mandatario. Es decir, un cambalache monetario en el que la inversión tiene el premio de comprar influencia sobre el hombre más poderoso del mundo.

Tras el anuncio de la cena, el precio de '$TRUMP' se disparó más de un 50% en apenas 48 horas, generando ganancias colectivas estimadas en 900,000 dólares para los inversores existentes. Tal impulso especulativo subraya el apetito de grandes capitales (incluidos fondos extranjeros y multimillonarios con causas dudosas) por aproximarse al poder presidencial a cambio de fuertes inversiones en un activo de altísima volatilidad.
Un elemento común es, precisamente, opacidad de los principales poseedores. De los 25 máximos inversores de '$TRUMP', el 80% opera a través de plataformas no autorizadas en Estados Unidos, lo que sugiere vínculos con entidades extranjeras o conductas de elusión regulatoria. Si la familia Trump se niega a hacer públicos quiénes son estos actores mayoritarios en '$TRUMP', surgen serias dudas sobre las agendas ocultas que podrían comprometer la seguridad nacional y el interés público. Además, en un claro caso de corrupción política nunca visto.

El caso más sonado entre estos inversores es el del multimillonario Justin Sun, acusado de fraude en China y principal poseedor de criptos '$TRUMP'. Un caso federal de fraude contra Sun fue misteriosamente suspendido en febrero de 2025 tras su compra millonaria de 75 millones de dólares en tokens emitidos por 'World Liberty Financial Inc.' (WLFI), otra empresa de la órbita Trump que emite su propia memecoin.
Esta corrupción sin esconderse de Donald Trump ya ha llegado a los pasillos del Capitolio. El senador por Connecticut, Richard Blumenthal, miembro destacado del Subcomité Permanente de Investigaciones, denunció con dureza la "subasta de la Casa Blanca". En rueda de prensa, Blumenthal anunció que ha iniciado una investigación formal: «Los Fundadores temían precisamente este tipo de corrupción. El presidente endeudándose con potencias extranjeras a cambio de beneficios privados. He solicitado detalles a Trump Companies y WLFI, pero las respuestas han sido inadecuadas. Persistiré hasta obtener claridad».

Esta corrupción a plena luz del día está destruyendo el sistema de pesos y contrapesos y representa una amenaza a la democracia originada en el abuso de la Presidencia para fines personales.
La concentración de '$TRUMP' en manos de actores con orígenes opacos o intereses ajenos plantea riesgos de injerencia extranjera en las decisiones del presidente de los Estados Unidos. La posibilidad de que potencias rivales financien discretamente a través de criptomonedas un acceso privilegiado a Trump activa alarmas de seguridad nacional.

En el plano económico, mientras Trump estrecha lazos con inversores globales, los trabajadores y consumidores estadounidenses se enfrentan al alza de aranceles regresivos y un plan presupuestario que podría agravar la carga fiscal de las clases medias y trabajadoras mientras elimina de facto los impuestos a los multimillonarios y las grandes corporaciones. La paradoja de priorizar beneficios personales sobre el bienestar colectivo profundiza la brecha de desigualdad y erosiona la confianza ciudadana en las instituciones.
La cena de este lunes es, en muchos sentidos, una prueba de fuego para la rendición de cuentas en la Casa Blanca. Según fuentes en Washington consultadas, los demócratas y los republicanos dignos en el Congreso han amenazado ya con audiencias y citaciones formales. Ya se preparan solicitudes para que el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) investiguen el diseño de '$TRUMP' y WLFI, su mecanismo de oferta y el perfil de sus principales compradores.

Comentarios