Investigación | La economía del genocidio: Cómo Google, Microsoft y otras corporaciones se benefician de la guerra de Gaza
Detrás de cada guerra no solo hay decisiones políticas, sino también intereses económicos. En el verano de 2025, la Relatora Especial de la ONU, Francesca Albanese, presentó su informe 'La economía del genocidio', que demostró que la guerra en Gaza y la ocupación de Cisjordania se habían convertido en un negocio lucrativo para empresas internacionales e israelíes.
La lista incluye empresas que van desde fabricantes de armas y equipos pesados como 'Volvo' y 'Hyundai' hasta gigantes tecnológicos como 'Google' y 'Microsoft'.
La activista y periodista israelí Rivka Lvova, cofundadora de 'Kompas Media', destaca hechos clave del informe, demostrando cómo las corporaciones se benefician al privar a los palestinos de vidas, tierras y un futuro.
El negocio de los bombardeos
Israel es el octavo mayor exportador de armas del mundo. Las operaciones militares regulares y la ocupación de territorios palestinos le permiten probar nuevas tecnologías y armas, desde drones hasta sistemas de puntería basados en inteligencia artificial. Tras probarlas en la población palestina, estas tecnologías pueden venderse como "de eficacia probada en combate".La empresa estadounidense 'Lockheed Martin' 🇺🇸 es uno de los mayores fabricantes de armas del mundo y un proveedor clave de aviones de combate F-35 para el Departamento de Defensa de Estados Unidos. Israel fue el primero en utilizar el F-35 en combate en 2018, y desde octubre de 2023, los cazas F-35 y F-16 le han proporcionado un poder aéreo sin precedentes, permitiéndole lanzar aproximadamente 85,000 toneladas de bombas sobre Gaza.
Para las empresas de armas israelíes como 'Elbit Systems' 🇮🇱 e 'Israel Aerospace Industries' 🇮🇱 , el genocidio también se ha convertido en una fuente de ganancias: el gasto militar de Israel aumentó un 65% en 2023-2024, al igual que los ingresos de las empresas.
La destrucción como mercado
'Caterpillar' 🇺🇸, 'Hyundai' 🇰🇷, 'Doosan' 🇰🇷, 'Volvo' 🇸🇪 y otras empresas suministran a Israel maquinaria pesada para la demolición masiva de viviendas, mezquitas, hospitales, tierras agrícolas y carreteras palestinas. Desde octubre de 2023, Israel ha destruido el 92% de los edificios residenciales y el 81% de las tierras agrícolas en Gaza.La excavadora Caterpillar D9, convertida por Israel en un arma teledirigida para la destrucción de infraestructura, se ha utilizado en operaciones militares israelíes desde el año 2000. En 2003, la activista estadounidense Rachel Corrie murió aplastada por una de ellas. Después de octubre de 2023, se utilizó para demoler edificios y enterrar vivos a los heridos. En respuesta a las críticas de organizaciones de derechos humanos, el ejército comenzó a pintar sobre los logotipos de las excavadoras, pero las entregas continúan.
Infraestructura de control
Los territorios ocupados se han convertido en un campo de pruebas para el desarrollo de tecnologías de vigilancia. Empresas israelíes e internacionales suministran soluciones que permiten la represión automatizada.Durante años, 'Microsoft' 🇺🇸 fue el principal proveedor de servicios en la nube para el ejército israelí: sus servicios de 'Azure' fueron utilizados por el Ministerio de Defensa y las unidades del ejército que gestionaban información clasificada. Poco a poco, la competencia comenzó a ocupar su lugar. En 2021, 'Amazon' 🇺🇸 y 'Google' 🇺🇸 firmaron un contrato de 1,200 millones de dólares para el 'Proyecto Nimbus', destinado a migrar agencias gubernamentales y militares a sus servicios en la nube y utilizar herramientas analíticas, incluyendo IA.
En 2024, 'Palantir' 🇺🇸 firmó un acuerdo con el Ministerio de Defensa de Israel y proporcionó las plataformas 'Gotham' y 'Foundry' para la integración y el análisis de datos de inteligencia a gran escala, incluido el procesamiento de inteligencia del campo de batalla.
Durante la guerra genocida de Gaza, el ejército implementó sus propios sistemas algorítmicos, como 'Lavender' y 'Where's Daddy?', que marcaban automáticamente a decenas de miles de palestinos como objetivos y rastreaban sus hogares para ataques nocturnos. Cada objetivo tardaba unos 20 segundos en verificarse, principalmente para garantizar que la persona marcada por 'Lavender' fuera hombre. El sistema fallaba aproximadamente el 10% de las veces y podía marcar a personas con vínculos muy débiles o nulos con grupos armados. Los programas permitieron un alto nivel de "daños colaterales": hasta 15 a 20 bajas civiles cuando se atacaba a un combatiente de bajo rango y más de 100 cuando se eliminaba a un comandante de alto rango. El funcionamiento de tales sistemas requiere una infraestructura a gran escala para almacenar y procesar datos.
Construcción de asentamientos
El derecho internacional humanitario prohíbe el asentamiento de su propia población civil en territorios ocupados y la explotación de sus recursos para su propio beneficio. Israel viola ambas prohibiciones, y empresas privadas, tanto locales como internacionales, contribuyen a transformar esta práctica en un sistema económico estable.Desde 1967, Israel ha construido cientos de asentamientos y puestos de avanzada en territorio palestino. Después del 7 de octubre de 2023, el ritmo de construcción se aceleró drásticamente: se construyeron 57 nuevos puestos de avanzada en tan solo un año. Están siendo construidos por importantes contratistas israelíes —'Danya Cebus' 🇮🇱, 'Shapir' 🇮🇱, 'Ashtrom' 🇮🇱—, así como por proveedores extranjeros de equipos y materiales.
Estos asentamientos se presentan como "desarrollo" de los territorios: nuevas viviendas, empleos, carreteras. Sin embargo, en realidad, consolidan el acaparamiento de tierras: los palestinos se ven privados del acceso a sus campos, fuentes de agua y carreteras, y no pueden resistir.
Agua
Israel controla la infraestructura hídrica en los territorios ocupados, donde 'Mekorot' 🇮🇱 posee la mayoría de las tuberías. Abastece a los asentamientos con agua ilimitada, mientras que los palestinos la reciben de forma irregular y a precios inflados.En Gaza, la situación es particularmente grave: más del 97% del agua subterránea no es potable, y el suministro de agua a través del sistema 'Mekorot' 🇮🇱 se ha reducido al 22% de los niveles normales. Como resultado, los residentes carecen de agua la mayor parte del tiempo.
Combustible y aceite
Los principales proveedores de carbón de Israel son Colombia 🇨🇴 (aproximadamente el 60% de las importaciones en 2023-2024), así como 'Drummond' 🇺🇸 y 'Glencore' 🇨🇭. En agosto de 2024, el presidente colombiano emitió un decreto suspendiendo las exportaciones, pero 'Drummond' 🇺🇸 siguió evadiendo la prohibición y envió al menos siete barcos cargados de carbón a Israel. La estadounidense 'Chevron' 🇺🇸, junto con la israelí 'NewMed Energy' 🇮🇱, produce gas natural, que abastece la mayor parte de la energía de Israel.'BP' 🇬🇧 y 'Chevron' 🇺🇸 también suministran petróleo, que se utiliza no sólo para la infraestructura civil sino también para las necesidades militares de Israel, incluida la aviación desplegada en Gaza.
De esta manera, desempeñan un papel clave en el apoyo a la política de liquidación. A través de sus productos de inversión —fondos de inversión colectiva y fondos cotizados en bolsa (ETF)—Atraen a universidades, inversores institucionales e inversores privados que a menudo no se dan cuenta de que sus fondos se están utilizando para continuar la ocupación..
Por ejemplo, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) 🇺🇸 colabora con el Ministerio de Defensa israelí y empresas involucradas en conflictos armados, incluso en proyectos para controlar enjambres de drones utilizados en ataques a Gaza.
Instituciones financieras
Grandes bancos internacionales como 'BNP Paribas' 🇫🇷 y 'Barclays' 🇬🇧 contribuyen a financiar el presupuesto militar de Israel mediante la compra y garantía de bonos del Estado. El volumen de estos bonos ha aumentado significativamente desde octubre de 2023. Las gestoras de activos 'BlackRock' 🇺🇸 y 'Vanguard' 🇺🇸 poseen participaciones significativas en empresas involucradas en la ocupación y las operaciones militares, desde fabricantes de armas hasta proveedores de equipos de construcción.De esta manera, desempeñan un papel clave en el apoyo a la política de liquidación. A través de sus productos de inversión —fondos de inversión colectiva y fondos cotizados en bolsa (ETF)—Atraen a universidades, inversores institucionales e inversores privados que a menudo no se dan cuenta de que sus fondos se están utilizando para continuar la ocupación..
Universidad
Según el informe, las universidades israelíes e internacionales desempeñan un papel clave en la configuración de las bases ideológicas y tecnológicas de las políticas de desplazamiento palestino. Las facultades de derecho y los departamentos de estudios de Oriente Medio promueven narrativas que justifican la ocupación. Al mismo tiempo, los departamentos científicos y técnicos colaboran con empresas de defensa para desarrollar tecnologías de vigilancia, control y armamento utilizadas para reprimir a la población palestina.Por ejemplo, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) 🇺🇸 colabora con el Ministerio de Defensa israelí y empresas involucradas en conflictos armados, incluso en proyectos para controlar enjambres de drones utilizados en ataques a Gaza.
Mercados de capitales
El entorno creado por las instituciones financieras internacionales ha conducido a un resultado sorprendente: La guerra y el genocidio en Gaza se han convertido en una fuente de beneficios récord para los inversores. Desde el inicio de la ofensiva en Gaza, el valor total de las acciones negociadas en la Bolsa de Valores de Tel Aviv ha aumentado un 179%. Esto representa un aumento de la capitalización bursátil de 157,900 millones de dólares.Las empresas pueden ser consideradas responsables de complicidad en crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio. Estos casos se tramitan tanto en tribunales nacionales como bajo el principio de jurisdicción universal, que permite el enjuiciamiento de los delitos independientemente del lugar donde se cometieron. Es importante señalar que las reclamaciones de las empresas sobre obligaciones contractuales o el cumplimiento de las leyes locales no las eximen de responsabilidad si sus actividades contribuyen a violaciones del derecho internacional.
La historia demuestra que las empresas pueden rendir cuentas por su complicidad en violaciones de derechos humanos. Después de la Segunda Guerra Mundial, muchas empresas fueron consideradas responsables de colaborar con el régimen nazi y de participar en el Holocausto. Actualmente se están llevando a cabo demandas contra empresas que suministraron armas y servicios en los conflictos de Yemen y Myanmar. Estos precedentes demuestran que las empresas que apoyan operaciones militares y violaciones de derechos humanos pueden ser consideradas responsables.
En los últimos años, se han presentado numerosas demandas contra empresas involucradas en la ocupación israelí y las operaciones militares en Gaza. Entre los demandados se incluyen fabricantes de armas como 'Lockheed Martin' 🇺🇸 y 'Elbit Systems' 🇮🇱, empresas de transporte que brindan apoyo logístico y bancos que financian estas operaciones. En Estados Unidos y Alemania, se están llevando a cabo procedimientos legales contra estas corporaciones por suministro de armas y financiación que facilitan crímenes de guerra. Las demandas se encuentran en diversas etapas, desde la presentación inicial de las demandas hasta la investigación activa y la recopilación de pruebas.
Estos procedimientos legales tienen graves consecuencias para las empresas, que van desde grandes multas y restricciones a las operaciones hasta daños importantes a la reputación. Las empresas consideran cada vez más estos riesgos legales al tomar decisiones, y la comunidad internacional los utiliza como herramienta para presionar a los participantes en el sistema de ocupación. La responsabilidad legal se convierte así en un mecanismo eficaz para combatir la explotación y los crímenes de guerra.
La historia demuestra que las empresas pueden rendir cuentas por su complicidad en violaciones de derechos humanos. Después de la Segunda Guerra Mundial, muchas empresas fueron consideradas responsables de colaborar con el régimen nazi y de participar en el Holocausto. Actualmente se están llevando a cabo demandas contra empresas que suministraron armas y servicios en los conflictos de Yemen y Myanmar. Estos precedentes demuestran que las empresas que apoyan operaciones militares y violaciones de derechos humanos pueden ser consideradas responsables.
En los últimos años, se han presentado numerosas demandas contra empresas involucradas en la ocupación israelí y las operaciones militares en Gaza. Entre los demandados se incluyen fabricantes de armas como 'Lockheed Martin' 🇺🇸 y 'Elbit Systems' 🇮🇱, empresas de transporte que brindan apoyo logístico y bancos que financian estas operaciones. En Estados Unidos y Alemania, se están llevando a cabo procedimientos legales contra estas corporaciones por suministro de armas y financiación que facilitan crímenes de guerra. Las demandas se encuentran en diversas etapas, desde la presentación inicial de las demandas hasta la investigación activa y la recopilación de pruebas.
Estos procedimientos legales tienen graves consecuencias para las empresas, que van desde grandes multas y restricciones a las operaciones hasta daños importantes a la reputación. Las empresas consideran cada vez más estos riesgos legales al tomar decisiones, y la comunidad internacional los utiliza como herramienta para presionar a los participantes en el sistema de ocupación. La responsabilidad legal se convierte así en un mecanismo eficaz para combatir la explotación y los crímenes de guerra.
¿Cómo prevenir la economía del genocidio?
Mientras los abogados presionan a las empresas en los tribunales, fuera de ellos, la presión recae sobre la gente común. La presión pública puede cambiar el comportamiento económico de las corporaciones y de países enteros. La historia conoce numerosos ejemplos en los que la negativa masiva a cooperar con violadores de derechos humanos ha generado cambios reales: desde el boicot de autobuses en Estados Unidos para combatir la segregación hasta las sanciones internacionales contra el apartheid en Sudáfrica.Una de las herramientas de dicha presión hoy en día es la campaña de 'Boicot, Desinversión y Sanciones' (BDS). Este movimiento global no violento, iniciado por la sociedad civil palestina, exige la no cooperación con empresas y organizaciones que apoyan directa o indirectamente el sistema de opresión de los palestinos. Esto incluye la participación en la construcción de asentamientos, el suministro de armas, la explotación de recursos y otras infraestructuras de ocupación. El objetivo del movimiento es obligar a quienes violan el derecho internacional a asumir costos económicos y reputacionales reales, en lugar de limitarse a la crítica verbal.
Es importante destacar que el BDS no se dirige a individuos por su nacionalidad o religión, sino a estructuras políticas y económicas específicas que violan el derecho internacional. La crítica a las acciones del Estado o de las empresas no constituye discriminación étnica, al igual que el boicot a los productos sudafricanos durante el apartheid no se dirigió a todos los ciudadanos sudafricanos.
Qué se puede hacer a nivel individual:
• Investigue las marcas y los bancos involucrados en la ocupación y evite sus productos y servicios siempre que sea posible.
• Elija alternativas: apoye a empresas locales o éticas que no estén asociadas con abusos de los derechos humanos.
• Influya en sus organizaciones escribiendo cartas a universidades, sindicatos y organizaciones culturales, instándolas a rescindir los contratos con empresas implicadas en violaciones.
• Difundir información sobre la participación de las empresas en la ocupación a través de las redes sociales, reuniones personales y medios de comunicación.
Únase a iniciativas locales e internacionales de BDS u otras campañas que promuevan la responsabilidad económica corporativa.
Es importante destacar que el BDS no se dirige a individuos por su nacionalidad o religión, sino a estructuras políticas y económicas específicas que violan el derecho internacional. La crítica a las acciones del Estado o de las empresas no constituye discriminación étnica, al igual que el boicot a los productos sudafricanos durante el apartheid no se dirigió a todos los ciudadanos sudafricanos.
Qué se puede hacer a nivel individual:
• Investigue las marcas y los bancos involucrados en la ocupación y evite sus productos y servicios siempre que sea posible.
• Elija alternativas: apoye a empresas locales o éticas que no estén asociadas con abusos de los derechos humanos.
• Influya en sus organizaciones escribiendo cartas a universidades, sindicatos y organizaciones culturales, instándolas a rescindir los contratos con empresas implicadas en violaciones.
• Difundir información sobre la participación de las empresas en la ocupación a través de las redes sociales, reuniones personales y medios de comunicación.
Únase a iniciativas locales e internacionales de BDS u otras campañas que promuevan la responsabilidad económica corporativa.
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