Los soldados norcoreanos a quienes Kim Jong-un vendió efectivamente a Vladímir Putin no sabían nada sobre la guerra a la que estaban siendo enviados. En la región de Kursk, donde como resultado de los combates perdieron un tercio de su contingente, les dijeron que tendrían que luchar contra sus principales enemigos: los surcoreanos, que están ayudando a Ucrania.
Soldados rusos, y luego ucranianos, se convirtieron en los primeros extranjeros que vieron en sus vidas dos soldados norcoreanos capturados por las Fuerzas Armadas de Ucrania. Así se lo contaron a un corresponsal del 'The Wall Street Journal'. Dijeron que recibieron instrucciones de evitar ser capturados a toda costa y, de ser necesario, de inmolarse. El adoctrinamiento ideológico lo llevó a cabo la policía secreta de la RPDC, que llegó junto con los soldados a la región de Kursk. Rendirse equivale a traición, enseñaban.
Según los servicios de inteligencia surcoreanos, estadounidenses y ucranianos, Kim ha enviado a Putin unos 12,000 soldados para utilizarlos en las batallas contra Ucrania. De ellos, unos 4,000 murieron, hicieron estallar explosivos o resultaron heridos. El contingente fue retirado del frente en enero, pero Pyongyang envió recientemente hasta 2,000 tropas más para reemplazar algunas de las pérdidas.
Los coreanos no tenían experiencia en combate y fueron utilizados en ataques de infantería, en su mayoría sin el apoyo de vehículos blindados y artillería, llevando a cabo misiones mortales para el comando ruso. Dos de los prisioneros, Baek, de 21 años, y Ri, de 26, resultaron gravemente heridos. Corea del Sur se ha ofrecido a aceptarlos y un soldado le dijo al WSJ que está considerando desertar. Las negociaciones sobre el asunto están en curso, dijeron funcionarios en Kiev y Seúl.
El salario mensual de un trabajador común o un soldado en la RPDC es de aproximadamente un dólar, informó 'Associated Press', citando a desertores. Los observadores estiman que el sueldo de los soldados norcoreanos en Rusia podría ser de 2,000 dólares al mes por persona, pero es poco probable que ellos mismos se queden con más del 5-10%. Según los ex soldados del Ejército Popular de Corea, esto es suficiente para motivar a muchos jóvenes soldados a ofrecerse como voluntarios para la guerra en Ucrania.
Sin embargo, a los combatientes del contingente que llegó a la región de Kursk nadie les preguntó cuál era su deseo y tampoco les pagan. Los hombres en la RPDC cumplen el servicio militar obligatorio durante 10 años, y Baek sirvió desde los 17 años. Además de recibir entrenamiento militar básico, los soldados están obligados a memorizar los discursos y textos de Kim y se les inculca la idea de que deben estar dispuestos a sacrificar todo por el líder supremo. Según Ri, un francotirador de una unidad de reconocimiento, la información que recibió de los comandantes de que se enfrentarían a las tropas surcoreanas junto con las ucranianas lo motivó a luchar.
Peck sólo pasó una semana en el frente, cinco de las cuales pasó herido en el frío bosque y perdiendo el conocimiento. Cuando vio a los combatientes enemigos, no eran surcoreanos, como se podría haber esperado, sino fuerzas especiales ucranianas encargadas de capturar a un soldado norcoreano. Según las fuerzas especiales, Peck agarró una granada y amenazó con explotar, pero lograron convencer al debilitado combatiente de que se calmara.
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