El gobierno irlandés ha aprobado cambios en la legislación que permitirán el despliegue de fuerzas especiales (Army Ranger Wing, ARW) en Ucrania, informa 'The Irish Times'. Los Rangers del Ejército brindarán seguridad a la embajada de la república, que reabrió sus puertas siete meses después de la invasión rusa en agosto de 2022, y protegerán a los diplomáticos. También podrán participar en misiones de mantenimiento de la paz sin permiso de la ONU.
Hasta ahora, Irlanda tenía un sistema de "triple bloqueo", según el cual el envío de más de 12 militares al extranjero debía ser aprobado por el gobierno, el parlamento y el Consejo de Seguridad de la ONU. El viceprimer ministro y ministro de Defensa, Simon Harris, afirmó que en la realidad actual este principio ya no es relevante. Recordó que Rusia es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y por tanto puede vetar. «No creemos que [el presidente ruso Vladimir] Putin u otros líderes deban tener poder de veto sobre el despliegue de nuestras tropas», dijo Harris. Los cambios permitirán al gobierno irlandés enviar tropas al extranjero sin la aprobación de la ONU y, si la fuerza está formada por entre 12 y 50 soldados, sin la aprobación parlamentaria.
Anteriormente, el primer ministro del país, Michael Martin, dijo que Irlanda podría participar en una misión de mantenimiento de la paz después del alto el fuego en Ucrania. El político declaró esto durante una reunión con el presidente Volodymir Zelensky el 27 de febrero, enfatizando que la república está lista para ayudar a Kiev por todos los medios posibles. Irlanda se adhiere al principio de neutralidad militar, proclamado durante la Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, después del 24 de febrero de 2022, sus autoridades expresaron su pleno apoyo a Ucrania en la lucha por la independencia y la devolución de territorios.
La cuestión del envío de fuerzas especiales a Ucrania se planteó en 2022, después de que la embajada reanudara su trabajo, pero la legislación no estaba regulada en ese momento. Esto obligó al Ministerio de Asuntos Exteriores irlandés a contratar una empresa de seguridad privada para proteger a la embajadora Theresa Healy y a otros diplomáticos. Un obstáculo legal también impidió al personal de ARW acompañar a altos funcionarios del gobierno en visitas a Kiev. En cambio, la seguridad estuvo a cargo de la Unidad de Respuesta a Emergencias (ERU).

Comentarios
Publicar un comentario