En Bolivia, diversos sectores se manifestaron el miércoles 19 de marzo en la capital administrativa, La Paz, exigiendo al gobierno tomar medidas concretas para enfrentar la crisis económica. El país andino enfrenta una fuerte alza de precios, escasez de dólares y, desde la semana pasada, un importante desabastecimiento de combustible.
La ciudad de La Paz fue bloqueada parcialmente por manifestantes, al igual que su suburbio El Alto, que quedó totalmente inmovilizado por un paro de choferes de microbuses. Todo el mundo quería presionar al gobierno para encontrar una salida a la crisis.
«El Gobierno ya ha tomado medidas, pero hasta ahora no ha habido ninguna mejora, es casi una broma. Lo que pedimos son soluciones reales», dijo Eley Awasi, un manifestante en el centro de La Paz.
Entre las demandas de los manifestantes estaba la destitución de varios ministros, entre ellos el de Hidrocarburos. Para Eley Awasi, esto debería haber sucedido hace mucho tiempo. «Si por mí fuera ya habría despedido a estos ministros incompetentes, no sé qué espera el presidente».
Una de las organizaciones impulsoras de la protesta, los 'Ponchos Rojos', cercó las calles aledañas a la Plaza Murillo, donde se ubica el Parlamento y la sede del gobierno.
«Exigimos una solución inmediata, si no se da, el pueblo boliviano y las 20 provincias de La Paz saldrán a las calles y el gobierno sufrirá las consecuencias», advirtió otro manifestante, Luis Mamani Chira.
La crisis que atraviesa Bolivia no es realmente nueva: la escasez de dólares se remonta a 2023 y la inflación ya era alta el año pasado. Pero por ahora, los problemas continúan acumulándose para el gobierno.

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