
El domingo, 18 de mayo de 2025, Rumanía celebra la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales que pueden marcar el futuro rumbo del país. Tras la anulación en diciembre del anterior proceso electoral por supuesta injerencia rusa y la caída este mes de la coalición gobernante de socialdemócratas, conservadores y la minoría húngara, Rumanía se encuentra en una situación inédita, con un Ejecutivo provisional y un presidente interino.
En este clima de incertidumbre, Simion, líder de la formación ultranacionalista populista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR, extrema derecha fascista), llega como favorito frente al independiente proeuropeo Nicusor Dan. El resultado de la votación puede redefinir el rumbo geopolítico de Rumania: del compromiso con la OTAN y la Unión Europea a una deriva "soberanista" que ha despertado alarmas en Bruselas.
Los comicios enfrentan dos modelos de país. Simion propone una Rumanía inspirada en la Hungría del dictador fascista Víktor Orbán que recupere su "soberanía" frente a Bruselas, se distancie del apoyo militar a Ucrania y abrace valores ultraconservadores.
Nicusor Dan, alcalde liberal de Bucarest que se presenta como independiente, promete luchar contra la corrupción y representa un cambio tranquilo y el respeto a los compromisos internacionales del país.
George Simion, de 38 años, parte con ventaja. Obtuvo el 41 por ciento de los votos en la primera vuelta del 4 de mayo. Algunas encuestas le dan alrededor del 52 por ciento en la segunda, aunque otras muestran un empate técnico.
Nicusor Dan, con un 21 por ciento, intenta remontar con un mensaje moderado y europeísta, pero carece de una base electoral sólida. El lema de campaña de Dan, "Una Rumania honesta", resume su programa reformista. Aunque se le reconoce una gran gestión como alcalde, a veces se le reprocha cierta frialdad.
La presidencia en Rumanía no es solo simbólica: el jefe del Estado tiene influencia directa sobre política exterior, defensa y el nombramiento de altos cargos.
Simion promete designar como primer ministro a Calin Georgescu, el polémico candidato ultraderechista prorruso inhabilitado como presidencial por el Tribunal Constitucional. Aunque la formación de Simion no tiene mayoría parlamentaria, Georgescu podría intentar formar gobierno con apoyos puntuales o Simion podría forzar nuevas elecciones legislativas.
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