
En la noche del 11 de octubre, estallaron combates en la frontera afgano-pakistaní, según informa 'Reuters'. Esto siguió a un comunicado del Ministerio de Defensa del gobierno talibán anunciando el lanzamiento de una "operación de represalia". A principios de esta semana, Islamabad violó el espacio aéreo afgano y lanzó ataques aéreos sobre Kabul con el objetivo de eliminar al líder del grupo terrorista 'Tehreek-e-Taliban Pakistan' y a sus cómplices que se ocultaban allí.
La operación de represalia de los talibanes se llevó a cabo en ocho provincias fronterizas: Helmand, Zabul, Kandahar, Kunar, Nangarhar, Paktika, Paktia y Khost, según informa 'Tolo News'. El objetivo eran instalaciones «utilizadas para lanzar drones hacia territorio afgano y violar el espacio aéreo del país». Los talibanes afirmaron que 58 soldados pakistaníes murieron y otros 30 resultaron heridos en los combates. También afirmaron haber capturado 25 posiciones enemigas. La operación concluyó alrededor de la medianoche. El Ministerio de Defensa advirtió que se reanudaría si se volvía a violar el espacio aéreo afgano.
Por su parte, el ministro del Interior pakistaní, Mohsin Naqvi, calificó el ataque talibán de "no provocado", enfatizando que el país no tolerará provocaciones. Según medios locales de los servicios de seguridad, el ejército respondió con artillería pesada, tanques, drones, aviones de combate desplegados y capturó 19 puestos fronterizos afganos.
También se declaró un estado de alerta elevado en la frontera oriental con India debido a la preocupación por su posible participación en la escalada. La semana pasada, el ministro de Asuntos Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, visitó Nueva Delhi. Esta fue la primera visita de este tipo de un alto cargo talibán desde que el grupo tomó el poder en 2021. Ambas partes acordaron intensificar sus relaciones.
La visita generó mayor preocupación en Pakistán, que se enfrenta cada vez más a ataques militantes. Un reciente sabotaje en el noroeste del país dejó 20 agentes de seguridad y tres civiles muertos. Los talibanes niegan su participación en los ataques.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, respondió a la escalada de tensiones entre Pakistán y Afganistán. Instó a los países vecinos a actuar con moderación. Qatar también expresó su preocupación por la escalada. Pakistán posee armas nucleares. Según diversas estimaciones, su arsenal oscila entre 60 y 170 ojivas.
Las relaciones entre Afganistán y Pakistán también se ven agravadas por el prolongado conflicto sobre la Línea Durand, de 2.611 kilómetros. Esta es la frontera arbitraria entre ambos países, surgida tras dos guerras anglo-afganas en el siglo XIX. Se estableció en 1893, pero no se ha demarcado desde entonces. Kabul cuestiona su legitimidad.
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