En medio de una fuerte represión policial, el olor a gas pimienta y las voces cansadas de miles de jubilados que cada miércoles se congregan frente al Congreso argentino, el gobierno de Javier Milei oficializó el 4 de agosto el veto a tres leyes aprobadas por el Parlamento: un aumento del 7.2% en las jubilaciones, la restitución de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en materia de discapacidad. Con este acto, el presidente profundiza una política de austeridad que, aunque celebrada por los mercados y respaldada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), está generando un profundo desgaste social, económico y ético en uno de los países con mayor desigualdad de América Latina. El veto no es un hecho aislado. Es la culminación de un plan económico ortodoxo, diseñado para alcanzar el "déficit cero" a cualquier costo. Desde diciembre de 2023, cuando asumió el poder, Milei ha gobernado mediante decretos de necesidad y urgencia, evitando el debate parlamentario...
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